sábado, 28 de mayo de 2011

Todos y todas somos protagonistas de esta historia

El 25 de noviembre fue declarado Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer en el I° Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá (Colombia) en julio de 1981.       Se eligió esa fecha para recordar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas en 1960 en manos de la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana. Cabe aclarar, que este año se cumplen 50 años del terrible hecho.
            Algo importante para resaltar, es que las hermanas Mirabal, no fueron “heroínas automáticas”, más valientes de lo que podemos ser cualquiera de nosotrxs. Pero a medida que el régimen se iba convirtiendo en más inmoral e ilegal, no pudieron permanecer en silencio y su lucha les costó la vida.
            La violencia de género es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres que han conducido a la dominación masculina, a la discriminación contra las mujeres por parte de los hombres y a impedir su desarrollo.
            El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye, entre otros: el derecho de la mujer a ser libre de toda forma de discriminación, el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones de comportamiento y prácticas sociales culturales basadas en conceptos de inferioridad y subordinación.
            De esta manera, es coherente señalar que penalizar la interrupción voluntaria del embarazo es una forma de violencia hacia la mujer, ya que impide que podamos decidir las condiciones y el momento de la reproducción, situación que cambia por completo nuestras vidas.

La violencia que padecemos todas las mujeres
            A lo largo de la historia las mujeres hemos sufrido todo tipo de violencias. Desde un orden social naturalizado e impuesto, tuvimos que mantenernos al margen y ajenas a las cuestiones políticas (en el sentido de poder tomar decisiones), fuimos limitadas a servir a otros, con restringido acceso a los escenarios culturales, científicos y artísticos de las distintas épocas.
            En la actualidad, aún padecemos el patrón cultural machista y patriarcal, que nos intenta reducir al ámbito privado de intervención (“la mujer en la casa”), como también un sin número de formas de represión a través de la violencia física que muchas veces es “noticia” en los medios, porque tiene como desenlace la muerte. Son cientos de mujeres las que mueren por año en nuestro país por femicidio y es una cifra que crece año tras año.
            Nuestra realidad local, hace pocos días nos mostró un caso de violencia familiar y desamparo muy preocupante. Una mujer acudió con sus cinco hijos a El Diario para recibir colaboración, contención o algún tipo de apoyo. ¿Cómo puede estar ocurriéndonos esto? ¿Cómo es posible semejante inoperancia por parte del estado y sus agentes? Como colectivo de mujeres cuestionamos las políticas de estado locales y entendemos que deberían atenderse con mayor dedicación y presupuesto las necesidades de muchísimas mujeres que aún no han logrado reivindicarse como parte de la sociedad en igualdad de derechos y condiciones.
            Desde nuestras posibilidades intentamos comunicarnos con la mujer que está sufriendo la violencia y el desamparo, pero indudablemente ella necesita soluciones que atañen a nuestros representantes y sus agentes.

Para reflexionar
            Por mucho tiempo la violencia contra las mujeres ha quedado inmersa en el silencio y ello se debe a que ésta no es denunciada por la vergüenza, el temor y el miedo a la venganza. Las consecuencias de la violencia son catastróficas.
            Las sobrevivientes suelen padecer a lo largo de su vida trastornos emocionales, problemas de salud mental y mala salud reproductiva. Las generaciones futuras de niños y niñas que fueron testigos de abusos o que fueron víctimas, suelen padecer daños psicológicos, los cuales son considerados aun más serios que los efectos físicos.
            Terminar con el maltrato, los abusos y los distintos tipos de violencia que toleramos cotidianamente, que ni la sociedad, ni el estado quiere ver, es una de las tantas luchas que debemos llevar adelante las mujeres...
            Porque creemos que hay muchas cosas por hacer y por cambiar, hoy 25 de noviembre de 2010, Las Juanas Villa María renovamos el compromiso por esta causa tan importante que nos une, y esperamos hacer un aporte a la toma de conciencia de todxs.

Femicidios y Abortos Clandestinos… Nunca Más!


Villa María, 22 de Octubre de 2010


Femicidios y Abortos Clandestinos… Nunca Más!
Esas son las consignas que este 08 de marzo (Día Internacional de la Mujer)  tomamos Las Juanas de todo el país y que representan la lucha por el reconocimiento de los derechos a una vida libre de violencia y a la posibilidad de decidir sobre nuestro propio cuerpo.
Recordemos que en nuestro país, de acuerdo a las cifras arrojadas en el año 2010, cada 36 horas una Mujer es asesinada producto de la Violencia de Género y cada 2 días muere una Mujer por Abortos Clandestinos, ésta es la Principal Causa de Mortalidad Materna.
Sostenemos que es necesario y urgente que a nivel nacional, provincial y local se atiendan estas problemáticas de la mujer que no sólo inciden en el bienestar de todas y todos, sino que también se lleva la vida de más de quinientas mujeres por año. Una lamentable realidad que se podría cambiar si dirigentes y representantes de nuestro pueblo muestran interés y voluntad política.
Por la causa de la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, el año pasado comenzó a tratarse en la comisión penal del congreso de la nación un proyecto de ley que cuenta con la firma de 50 diputadas y diputados de distintos bloques. La intención es continuar el debate dentro y fuera del congreso para propiciar el tratamiento del proyecto en la cámara de diputados este año.
Estremecedoras son las cifras de “femicidios” en lo que va del 2011, 15 mujeres incineradas por sus parejas o maridos en 60 días (a lo largo del 2010 fueron diez en total). Esto no sólo habla de la gravedad de la situación que padecemos, de lo urgente que es tomar medidas en ese sentido, sino que también pone un manto de ensañamiento a los homicidios a causa de la violencia de género.
¿Qué ocurre en Villa María?
En nuestra ciudad las mujeres que sufren violencia de género tienen la posibilidad de realizar la denuncia en la comisaría de la mujer, en tribunales o dirigirse al centro de asistencia a la víctima. En cualquiera de los tres casos, la medida más significativa que puede tomarse es una orden de restricción domiciliaria, la cual no es acompañada por controles policiales, como tampoco por la contención profesional y material necesaria para garantizar la protección de la víctima. Tal es el caso que en los últimos 3 meses (Noviembre y Febrero) dos mujeres tuvieron que recurrir a El Diario para solicitar ayuda en una situación de desesperación absoluta.
Con respecto a la interrupción voluntaria del embarazo hay una enorme resistencia política, social y profesional para tratar el tema. Desde nuestro colectivo comenzamos a instalar el tema a mediados del año pasado y seguiremos indagando, reclamando y solicitando que se ponga en debate una problemática  que nos debería preocupar y ocupar al conjunto de la sociedad.

¿Por qué despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo?

En primer lugar porque pensamos que es un derecho de la Mujer decidir sobre sí misma, sobre su vida, su cuerpo, su futuro y que un embarazo por sobre todas las cosas es un acto que debe responder al amor, al deseo y la intención de tener un/a hijx.
                Por otro lado, está claro que penalizar la interrupción voluntaria del embarazo no previene, no educa, ni concientiza. Por el contrario, la penalización promueve la clandestinidad, situación que provoca la muerte de más de cien mujeres por año y otras miles que sufren daños físicos y psicológicos irreparables.
                Los más de 600 mil abortos por año que nos realizamos las mujeres dicen de una explícita necesidad de tomar decisiones sobre sí mismas, que no responde a leyes, ni mandatos morales heredados en construcciones ancestrales y religiosas en gran parte. La mujer, desde la perspectiva de género, lucha por abandonar un espacio designado e impuesto para la reproducción, el sostén y el cuidado de sus hijxs como mandato social y como ley natural. En cambio, reconocernos legal, jurídica y socialmente el derecho de cuándo y en qué condiciones queremos y deseamos tener un/ hijx significaría avanzar hacia la igualdad de condiciones.
                La campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito lleva un emblema que respaldamos y apoyamos ampliamente: “Educación para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto seguro para no morir”.
                En promedio, cada mujer aborta por lo menos dos veces en su vida. Dentro de éstas estadísticas estarían incluidos los métodos preventivos como “la pastilla del día después”, como también un método que actualmente se utiliza a través del misoprostol, el más seguro y que por su costo se encuentra al alcance de la mayoría de las mujeres.
                Razones en cifras, suministradas por el Ministerio de Salud de la Nación:
·         En nuestro país se realizan entre 500 y 700 mil interrupciones voluntarias del embarazo por año.
·         Los abortos clandestinos son la principal causa de mortalidad materna, más del 30% del total.
·         60.000 mujeres por año, llegan a las guardias de los hospitales públicos por complicaciones post aborto.
·         Cada 2 días muere en nuestro país una mujer por aborto clandestino.
·         Se calcula que el negocio del aborto clandestino mueve 1.200 millones de pesos anuales.
                Legalizar el aborto es atender una situación que nos atraviesa como sociedad, es atender las necesidades y los derechos de las mujeres, es contribuir a la igualdad y la justicia social. Por eso, el colectivo de mujeres Juana Azurduy y dentro de ese marco “Las Juanas Villa María” decidimos alzar las voces y pronunciarnos a favor de la legalización, porque decimos junto a millones de mujeres:
ABORTO CLANDESTINO NUNCA MÁS..!!!


Más de 1200 mujeres de todo el país...



Más de 1200 mujeres de todo el país luchamos por nuestros derechos de igualdad y justicia social,  y presentamos una acción de hábeas corpus preventivo para que el Poder Judicial declare inconstitucional la criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo y, consecuentemente, autorice esta práctica en condiciones de seguridad, gratuidad y plena legalidad.
El Colectivo de Mujeres Juana Azurduy, optamos por realizar esta presentación en el marco del Día Internacional por la Legalización del Aborto, y junto a nuestra compañera, la Diputada Nacional por Libres del Sur, Cecilia Merchán  -que también suscribió el hábeas corpus-, realizamos la misma presentación en jurisdicciones provinciales y en la Capital Federal.
Este hábeas corpus preventivo, tiene la particularidad de reunir a centenares de mujeres que en un mismo momento, y mediante el mismo instrumento legal, reclaman el efectivo ejercicio de sus Derechos Fundamentales sin la injerencia arbitraria y selectiva del Derecho Penal.
Las letradas del Colectivo de Mujeres Juana Azurduy, basaron su presentación en una serie de datos de reconocidos organismos nacionales internacionales. Los estudios indican que, además de practicarse 460.000 abortos clandestinos por año en Argentina, cada una de las mujeres de nuestro país interrumpe voluntariamente su embarazo, al menos, en dos oportunidades durante su vida fértil. Más de 78.000 de estas mujeres recurren a los servicios de salud por complicaciones de las prácticas riesgosas para su integridad física, y decenas pierden su vida ante el riesgo de ser criminalizadas por esa práctica.
Las cientos de mujeres que suscribimos la presentación judicial, no nos consideramos delincuentes y no queremos ser tratadas como tales, en el supuesto caso de necesitar una interrupción voluntaria del embarazo. Por esta razón el cuerpo legal del Colectivo de Mujeres Juana Azurduy demostró que la penalización del aborto resulta incompatible con la propia Constitución Nacional y los Derechos Humanos que ella consagra; y que ni siquiera existe una razón valedera desde la teoría penal como para justificar el castigo de una práctica cotidiana que llevan adelante miles de mujeres bajo el riesgo de ser criminalizadas.
La presentación del Colectivo de Mujeres Juana Azurduy solicita a los jueces que declaren la inconstitucionalidad de los artículos del código penal que criminalizan a las mujeres que interrumpen voluntariamente su embarazo y, además, pedimos que se exhorte al Congreso de la Nación para que proceda a compatibilizar la totalidad de la legislación nacional e internacional sobre derechos humanos con las  fórmulas de una legislación penal absolutamente perimida.
A nivel local, nos presentamos ante el Juzgado de Control a cargo de la jueza de turno Edith Lezama y pudimos hacer efectiva la entrega del hábeas corpus con un total de 60 mujeres firmantes exigiendo la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Desde el colectivo de mujeres Las Juanas Villa María, queremos agradecer a cada una de las compañeras que se sumaron a esta acción, teniendo en cuenta la complejidad de la temática. Vale decir que esta actividad, como la de todas las juanas del país, es el reflejo de la lucha cotidiana por la igualdad, por la justicia social y por el respeto a los derechos humanos de las mujeres.

Las Juanas Celebramos la IGUALDAD

Villa María, 22 de Octubre de 2010.

A tres meses de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, tiene lugar en Villa María el primer matrimonio entre dos mujeres. El segundo en nuestra provincia.
                El colectivo de mujeres Juana Azurduy participó desde un comienzo en la lucha por la sanción de la ley que concede a todos/as los/as ciudadanos/as la posibilidad de contraer matrimonio. Porque si bien sabemos que “hay gente que ve la realidad en blanco y negro, nosotros la verdad, que tenemos muchas ganas de verla en colores”, como lo expresara la Diputada Cecilia Merchán en el recinto cuando se debatía la ley de la igualdad.
                Ver la realidad en colores es poder encontrarnos, aceptarnos y respetarnos en las diferencias, es comprender que la inclusión es el camino de la justicia social, que necesitamos dejar de pensarnos como “mejores y peores”, “normales y raros” “los de arriba y los de abajo”; porque todxs y cada unx de nosotrxs somos distintos, somos diversos/as, y la diferencia no tiene que alejarnos, si en cambio, enriquecernos.
                Largo y complejo es el camino de la diversidad, más aún si se trata de nosotras, las mujeres. Ser reconocida, aceptada y comprendida más allá de las diferencias en la elección sexual o la elección de vida, es el desafío que muchas mujeres lesbianas deben superar. En este día, la igualdad y la justicia social se corporizan. Una pareja de mujeres, después de 7 años de convivencia pueden decir: “”. Sí, a un proyecto de familia; sí, a un compromiso de amor; sí, deseamos el respeto de todos y todas, deseamos se nos reconozcan al igual que las demás parejas.
                Hoy, celebramos una sociedad que se dignifica y avanza en la aceptación, en el respeto y la tolerancia. Desde nuestro colectivo, entendemos que reconocer explícitamente y poder hacer uso de los derechos es un progreso inmenso como sociedad democrática, diversa, comprometida. Es por eso que festejamos el inmenso desafío que con coraje, fortaleza y amor superan nuestras compañeras que deciden abrir un nuevo camino, ellas hacen historia en nuestra ciudad, pero por sobre todas las cosas, LA HISTORIA DE SUS VIDAS CAMBIARÁ PARA SIEMPRE.
                A ellas, nuestras más sinceras Felicitaciones!